¡Lluvia!... ¿en mis cactus?

  

  

Tan pronto vemos que se anuncia una vaguada, el 80% de los  cactuceros entran en pánico y corren como locos a subir los 479 tiestos que tienen en el patio. Pero mi pregunta es: ¿Por qué? ¿POR QUE? ¿Acaso en la naturaleza alguien les cobija de la lluvia?  ¿Un pitufo los mete dentro de su honguito?(jajajajaja)  

Este escenario tan cómico y vívido, fue el mío por muchísimo tiempo. Definitivamente, todos los cactuceros hemos pasado por alguna fase hidrofóbica. Pero, no nos culpemos. La creencia popular tan arraigada, de que el agua mata los cactus, es universal y casi eterna.  

A modo de romper con esta popular creencia, te presento los 3 datos reales sobre la lluvia y los cactus:   

1. Hidrata la corteza y tejido vascular, principales órganos encargados del almacenamiento de agua.  

En el interior de los cactus y las suculentas se almacena gran cantidad de agua. Por eso, estas plantas se les conoce como suculentas, del latín suculentus, que significa "jugoso"  

2. Limpia el polvo y la suciedad de la superficie de nuestros cactus y suclentas, permitiendo que los estomas (poros) puedan abrise y absober mayor cantidad de luz solar para un mejor proceso de fotosíntesis, facilitando así la madurez de la planta para su floración 

 

Mammillaria Barbata (Fishhook Cactus), florecida luego un aguacero. Aún puedes observar algunas gotas de lluvia entre sus espinas. 

  

  

Esta Echinopsis Subdenudata, mejor conocida como " Domino Cactus" luego de varios días a la intemperie,  logró desarrollar dos capullos de manera simultánea.

3. Cuando los estomas (poros) abren, aumenta el verdor y el vigor de la planta, lo que permite el crecimiento y engrosamiento de los cactus y suculentas.  

 

    La mejor forma de obtener estos beneficios es: 

  

1.Utilizando un sustrato que tenga buen drenaje. En este post, encontrarás todo lo relacionado al sustrato. 

 

2.Utiliza tiestos con buen drenaje y que de preferencia sean de barro. El barro permite una mejor aereación del sustrato y del sistema radicular. 

  Espero que luego de leer estos consejos...   ¡ya no le temas tanto a la lluvia!