Germinación de Semillas de Cactus




Además de la reproducción por esqueje o hijuelos, los cactus pueden reproducirse fácilmente mediante semillas. Aunque es un proceso sumamente sencillo, es uno muy lento, pero no por esto deja de ser satisfactorio.  Existen varios métodos para germinar semillas, pero mi favorito es el método tradicional de invernadero.  

Con este método, las semillas deben de ser insertadas directamente en el sustrato, utilizando un envase sellado (sin ningún tipo de drenaje) para poder retener la humedad. A pesar de que la principal característica de los cactus es la poca tolerancia a la humedad, en esta fase de su crecimiento, la humedad es vital ya que en su interior los cactus están compuestos de agua.

Una vez insertemos las semillas, debemos procurar de mantener el invernadero (envase) sellado herméticamente y en humedad constante. Si vemos que se seca el sustrato, basta con rociar un poco de agua hasta que vuelva a tener la humedad suficiente. En cuanto a requerimiento de luz solar, en esta fase las cactáceas son muy sensibles a la luz por lo que deben recibir luz solar indirecta pero constante. Sin estas condiciones, la semilla no brotará.

Como bien mencioné anteriormente, es un proceso bastante lento aunque depende de la especie que hayamos seleccionado pero, a grandes rasgos, la tendencia general de la germinación es brotar entre los 3 a 8 días luego de plantadas.

Al principio, la nueva plántula (semilla germinada) tendrá una forma más parecida a una planta común que a un cactus propiamente; tendrá apariencia de hoja.  

    Al cabo de 4 a 6 meses, podemos percibir como las hojas comienzan a convertirse en espinas.


Tan pronto comienzan las espinas a desarrollarse y la plántula adquiera características mas afines las cactáceas, ese es el momento idóneo para trasplantar e ir acostumbrándolas paulatinamente a mayores tiempos de exposición solar directa.  

Esto puede ocurrir al cabo de los 8 a 13 meses luego de haberlas plantado, pero como bien mencioné anteriormente, todo depende de la especia que hayamos escogido. En este punto de su crecimiento, podemos comenzar a abonar ligeramente y a cuidar nuestras cactáceas de manera regular.

 

¿Te animas? ¿O crees que no tienes paciencia? 



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